Velilla del río Carrión. Guardo. Pinar de Velilla.

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© Fidel González 2011

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INTRODUCCIÓN
Estamos en el corazón de la alta montaña palentina. Velilla, Cardaño y Alba puede que sean los topónimos que más suenan en el inconsciente colectivo de los montañeros que han visitado la Montaña Palentina. Y no es para menos. Desde sus calles se asciende a los lugares más significativos para los montañeros de caminata y botas de cuero. Espigüete, Peña Prieta, Pico Murcia, Las lomas todos se ascienden partiendo de su laderas. Entre los múltiples itinerarios que podríamos escoger por este valle y montañas, proponemos al viajero la ruta más cercana y asequible : el pinar natural de Velilla.
Fuente variable de la Reana en Velilla del Rio Carrión. Vista del Pinar en la ladera de peña Lampa.
PARA VER ARTE:
Si bien la historia de Guardo y Velilla es antigua, su legado arquitectónico es escaso. La actividad industrial y minera ha dado como resultado la desaparición de rincones pintorescos Para ver arte En Guardo. El testimonio más antiguo que tenemos son dos capiteles datados del siglo VI. Uno de ellos, de origen románico, se encuentra ubicado en la Iglesia de San Juan Bautista. No se sabe su procedencia, aunque algunos autores aseguran que fue traído del Monasterio de San Román de Entrepeñas (hoy en ruinas) en el término de Santibáñez de la Peña. Es una hermosa pieza, robusta, de tipo cónico truncado, sin curvatura en su superficie y sin peana y soporte propio, rodeado por una greca clásica. Posiblemente tallada por un artista local, supo darle a la pieza una gran expresividad y dramatismo.
En ella se representan escenas sobre la vida y la muerte. En VELILLA: Ermita de la Virgen de Areños, patrona de la localidad. Fue construida a fi nales del s. XVI y es un edifi cio de una sola nave sin excesivo valor arquitectónico, alberga dos retablos, uno salomónico de gran calidad y otro policromado de estilo barroco. Su elemento más importante es la talla románica en madera policromada que representa a la Virgen de Areños. Además, la iglesia parroquial de El Salvador, situada en la plaza Mayor, junto al Ayuntamiento, es un templo gótico del s. XVI. Por último, la Ermita de San Juan de Fuentes Divinas fue construida en el s. XIII junto a las Fuentes Tamáricas, y es un templo románico de base rectangular de unos 20 m², que alberga un ara romana y una talla policromada de San Juan (s. XVI), a quien se rinde culto en su interior.

 

Casa del Tio Mateon Palacio de Santos Bullon
Casona del tio Mateón en Velilla Palacio Barroco del Obispo Santos Bullón señor de Sigüenza
En Guardo: Ubicado en lo alto del señorío, donde debió ubicarse el asentamiento original, se conserva un magnífico palacio señorial y un par de casonas de sillería. Se trata de un palacio de estilo barroco fechado en el s. XVIII, con una gran fachada de sillería de piedra arenisca muy blanca y con molduras barrocas talladas sobre la misma en todas las ventanas y puertas.
Es espléndido, el más grande, 25 metros de fachada, construido posiblemente por el arquitecto Ventura Rodríguez. Su fundador fue don Francisco Diaz-Santos de Bullón, obispo de Barcelona, y señor de Sigüenza, natural de Guardo. Tiene ocho ventanales, enrejados los cuatro inferiores y en el centro una gran balconada, adornada por una espléndida forja. Encima, hay tres pináculos, el central coronado por una talla femenina y en el centro el escudo del Arzobispo Bullón, con otro dos a ambos lados. En un lateral de la misma plaza tenemos otra casa solariega con escudo, algo descuidada pero notable, también del s. XVIII. En Velilla: El nogal de la Plaza Mayor. Se trata de un ejemplar de gran tamaño, de más de 100 años de vida, que constituye uno de los símbolos del pueblo. Se encuentra situado en el centro de la Plaza Mayor, rodeado por la Iglesia parroquial, el Ayuntamiento y la Casa del Tío Mateón, y su estado de conservación es bueno. La Casona del Tío Mateón: Palacio barroco del s. XVIII, con fachada de sillería y tres escudos heráldicos, pertenecientes a las familias Enríquez, Valdepolo y Morgovexo. Fue conocido como Palacio de los Enríquez debido a su pertenencia a esta familia nobiliaria.
Fuente
escudo2
eermita
Escudo del Palacio del Obispo Santos Bullón. Guardo Estanque del las fuentes tamaricas, (de la Reana). Velilla
Fenómenos históricos paranormales. Capítulo aparte merece el fenómeno del manantial de las “fontes tamarici” o Fuentes Tamáricas, que es citado ya por Plinio, el historiador y geógrafo romano, cuando relata que se daba en esta zona una surgencia de agua abundante e intermitente que podía manar y dejar de manar varias veces en una hora y así todo el día. Lo mismo que dejar de manar durante 12 días y a veces hasta 20, en un fenómeno sin ley aparente para volver luego a manar o secarse por completo de manera caprichosa, atribuyéndolo a un fenómenosobrenatural, y por extensión de mal augurio cuando éstas estaban secassecas (Fontes Tamarici in auguriis habentur), . El mismo Plinio relata el caso de un amigo suyo, Lartius Licinius, que ávido de conocer fenómenos naturales llegó a las “fontes tamarici” en su periodo seco y murió al cabo de una semana. Hoy en día el fenómeno se sigue reproduciendo sin aparente ley física, pero la explicación no alberga ya ninguna duda, se trata de un sifón dentro de la montaña, que al ser caliza está llena de oquedades, un depósito interno en la montaña se va llenando con las aguas del deshielo filtradas, y cuando rebosa este sifón el agua aparece en el estanque proveniente del interior de la montaña como por arte de magia. Centro de interpretación de la trucha. Se trata de un centro experimental, y se localiza a orillas del río Carrión en la antigua “casa del guarda” de Velilla. El centro está dotado de paneles informativos destinados al aprendizaje acerca del río, sus habitantes y su entorno, y además se pueden ver especies piscícolas vivas en dos acuarios. Cuenta con conexión a tres cámaras subacuáticas situadas en diferentes puntos del río, en las que se puede ver en tiempo real la actividad de las truchas. Web-cam conectada en www. centrotruchavelilla.com
Camporedondo Telecuravacas
Cola del Pantano de Compuerto Vista desde el Mirador del Pinar de el Pico Curavacas
Alrededores:
Los alrededores de Velilla están repletos de rincones preciosos. El pinar de Vellilla (ruta15), la sierra Corisa, la senda de los pescadores, la ruta de los pantanos (ruta 30), los pueblos abandonados de Valcovero y Valsurbio (ruta 16), Otero de Guardo, Camporredondo de Alba, los dos Cardaños, (de Arriba y de Abajo) y Alba de los Cardaños, así como la cascada de Mazobres, el Espigüete, el pozo las Lomas…. Todos merecen una visita prolongada a este sector meridional, el más abrupto de la Montaña Palentina.
PINAR AUTOCTONO DE VELILLA:
El Pinar de Peña Mayor, también conocido como pinar de Velilla es catalogado por numerosos autores como una mancha natural de pino silvestre, superviviente de los extensos pinares que durante miles de años ocuparon gran parte de las laderas de estas montañas, y que fueron desapareciendo probablemente por la presión de la ganadería que necesitaba de nuevos terrenos para pastos.
Pinar
Pinar de Velilla en la falda de peña Lampa
El Itinerario recorre este bosque centenario en ascensión constante pero suave, primero hacia la derecha desde el aparcamiento y luego hacia la izquierda, como formando un gran zigzag. El inicio se encuentra pasado Velilla en dirección a la ruta de los Pantanos carretera P-210 (hay que seguir esta indicación), a 2 km se toma un desvío a la derecha, tras atravesar el poblado del brezo, especie de campamento de casas bajas construido para albergar a los numerosos obreros que levantaron la presa del pantano de Compuerto, cercano a Velilla. Con la presa como fondo está bien indicado el aparcamiento. Nos internamos desde ahí enseguida en el único pinar autóctono de la provincia, cuya especie predominante es el pino silvestre, aunque también hay robles, hayas, matorrales, serbales, enebros y acebos, estos dos últimos más difíciles de ver. Entre las herbáceas destacan torvisco, goyuba, campánulas y raramente alguna orquídea.
La senda se interna por debajo de pinos centenarios y va ascendiendo por el mismo pinar, de forma que se pueden hacer varios recorridos en bucle, coincidiendo las bifurcaciones al principio del trayecto y hacia la mitad del mismo. Para sortear la escarpada pendiente que tiene el pinar, va subiendo el primer bucle por la derecha del trayecto, para enlazar una vez arriba con el segundo bucle del trayecto por el que descenderemos. Casi en cada extremo de los bucles del trayecto se encuentran dos miradores: uno orientado hacia el Oeste y otros dos hacia el Norte. Este trayecto nos puede llevar dos horas, si no decidimos acortar el recorrido de unos 4 km, aunque está exento de dificultad puesto que las autoridades del parque lo tienen muy bien señalizado y no da lugar a dudas. Tras el primer zig-zag, el sendero sigue ascendiendo, esta vez con más pendiente, en dirección al mirador del valle del río Carrión al final del recorrido, con el pantano como protagonista y el pico.
aPARCAMIENTO mirador
Pinos Piñas
Pantano Espigüete
Distintas estampas del pinar de Velilla Estampa bucólica de la cercana ruta de los pantanos.
Como alternativa, más costosa pero mas bonita, es el ascenso a peña Lampa donde se contemplan unas vistas grandiosas ya que hemos ascendido hasta los 1.866 m. Al bajar, pasamos también junto a otro mirador alojado en la explanada entre cuatro pilotes de hormigón. Estos proceden de lo que fue una de las torres que sustentaba el transportador aéreo, especie de teleférico llevar la piedra de la cantera cercana hasta la presa del pantano, obra que aún se adivina para los amantes de la arqueología industrial. También, por el interior de la montaña, se construyó un canal para evacuar las aguas que deposita la presa sobre el mismo Velilla.

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