INTRODUCCIÓN: La curvatura de la Montaña. Acostumbrados a que la morfología montañosa sea abstracta y sin leyes compositivas aparentes, la aleatoria creación de sus formas e inclinaciones, hacen que cuando vemos una singularidad como la que se observa en esta foto, nos haga pensar o tener la sensación de infinita pequeñez respecto a las fuerzas sobrecogedoras de la Naturaleza. Cómo es posible una curvatura tan suave y estilizada, tan femenina, en un roquedal abrupto y duro como esa formación rocosa de Peña ULAÑA.
PROPONEMOS DOS ALTERNATIVAS.

Ruta 1-Corta: Sin subir al cerro: Esta es una ruta corta,parte del molino de S. Bernabé y continua por el vallejo que queda a la falda de la pared del cerro y el primer cinto rocoso , en las cercanías de peña mesa.. . Mapa

Ruta 2-Larga: Subiendo al cerro.:Se puede acometer partiendo del mismo molino de S. Bernabé cercano al nacimiento del Rio Ordejones y virar hacia la izquierda una vez alcanzado el vallejo para encontrar la subida fácil al cerro alto donde está el yacimiento arqueológico de la Ulaña y donde tendremos las mejores vistas.

Dicen los estudiosos que la lora de La Ulaña fue el castro habitado de la II-Edad de Hierro, más grande de España. Lo constituyen 285 ha. situado en la meseta elevada unos 40-60 mts. sobre farallones rocosos casi verticales, lo que constituye una perfecta defensa natural del asentamiento. Debió complementarse -en lo defensivo-, allí donde el castro es más accesible para los posibles invasores, con una muralla de unos 3mts. de anchura y con alturas desde los 1,8m a los 4,5m., de la que se conservan restos en al menos 2900mts.

Estos restos (casi imperceptibles para ojos no expertos en arqueología) están ubicados en el acceso Norte de la lora, por donde sube el camino actual desde San Martín de Humada al repetidor de telefonía. Estudios arqueológicos recientes, redactados por Miguel Cisneros y Pilar López de la Universidad de Cantabria en las campañas 1997-1999, han determinado además otro tramo más al noroeste, perpendicular al anterior, en direción de Norte-Sur transversal a la propia meseta. Curioso.Se han documentado más de 170 restos de estructuras habitadas, casas cuadras almacenes, algunas con hogar de fuego,donde vivirían no menos de 600 habitantes. (¡Ojo! para alguien no experto, puede que no distinga restos, si acaso algunos montoncitos de piedras dispersos).

Entre los hallazgos más importantes destaca un denario de Ceca Turiásico, algunos restos cerámicos con materiales datados en la transición de la Edad de Hierro-II al Hierro-I. (finales del siglo IV al III a. de C.) Ollas toscas de arcilla refractaria con chamota, de color pardo, fabricadas sin torno y otras posteriores, típicamente celtíberas, con decoraciones en espiga, de colores rojos y ocres, tambien partes de tinajas de boca grande utilizadas para el almacenamiento, que datarían de los siglos III-I a.de.C. En cuanto a los metales, el más importante de los hallados, el denario de la imagen con una cabeza de hombre barbado con pelo rizado, con adornos al cuello y en el reverso un caballo con jinete y lanza además de una inscripción con caracteres Íberos. (Se hace recordatorio aquí, que la escritura Íbera no tiene traducción, ni se sabe su significado, aunque hay quien dice que tiene un aire al Euskera).( No tenemos aún la piedra Rosetta del Íbero)..Se encontraron también restos de huesos de animales, los más numerosos son de ovejas, cabras y vaca, también de jabalí; lo que da señales de la dieta que tendrían.

La Ruta a Pie.1.-CORTA:Partiendo del molino de San Bernabé , hecho un alto en la poza de captación del arroyo Ordejones, que nace en el vallejo 500m más arriba, iniciamos la subida por un estrecho entre rocas, paso horadado por los torrentes invernales entre las rocas. ver mapa3D Se va ascendiendo con pendiente suave senderos ganaderos, por el medio de un vallejo a las faldas de la gran pared que situada a nuestra izquierda marca el parapeto del cerro que haremos en la ruta larga. No tiene apenas dificultad durante 2km. el recorrido va subiendo suavemente por todo el vallejo hasta que empieza de nuevo a bajar. Aquí es donde aguarda la sorpresa, hemos de asomarnos a nuestra derecha hasta el cortado que da vistas al valle con el pueblo de Ordejón de Arriba donde de verdad impresiona el tajo y los cuchillones de rocas que asoman al vacío, hay un pequeño portillo en el castro que permite la bajada pero no es interesante bajar por él. Podemos darnos la vuelta en cualquier momento pero yo aconsejo llegar hasta el final del vallejo, casi frente al pueblo, donde el cortado se hace más visible debido a un curso de agua que desciende de la meseta pero seco durante casi todo el año, (arroyo de Valdello se llama) Caminaremos de vuelta de regreso al molino por el filo rocoso haciendo equilibrios hasta que podamos abandonarlo y caminar por senderos de ovejas dejando los cuchillones a nuestra derecha. Frente a nosotros en dirección Norte vemos la Peña El Castillo. Nos pide el cuerpo acercarnos a semejante mole aislada en medio del valle y jugar por sus orillas a descubrir no sabemos muy bien qué; después de recrearnos en sus alrededores, bajaremos hasta el molino por la izquierda de la roca(más interesante que por la derecha o el vallejo) donde no es raro avistar corzos por las laderas cercanas ya que se trata de un terreno muy poco poblado y campan a sus anchas.